sábado, 12 de abril de 2008

El futuro de los videojuegos (I)

¿A dónde va el videojuego? ¿Podemos decirlo ahora que tiene unos treinta años de historia? Bueno, hay una respuesta obvia, que dice que avanza inexorablemente hacia la multiplicación de los polígonos, de la inteligencia artificial, de los modos de juego (off- y on-line), de los contenidos descargables, de la modificación de los personajes. Etcétera, etcétera.
También es obvio que el videojuego no avanza hacia un destino único. Que, sencillamente, no hay un Videojuego sometido a una Tendencia con un Futuro. Hay, más bien, futuro (o no) para las consolas de sobremesa, los juegos ejecutados desde un navegador, el juego llamado casual, el shooter hardcore, etc. Eso como mucho. Afortunadamente hay géneros, ambiciones y espíritus muy diversos en los videojuegos. Tampoco el cine tiene un futuro. Y es, desde luego, distinto para el cine de Peter Jackson que para el cine de Lars von Trier.
¿Qué tendencias me parecen más interesantes? Ésa es otra pregunta. Y es difícil quedarse con algo. No creo que la tendencia principal, al menos, sea hacia el realismo. Pero sí creo que la tendencia hacia el realismo enmascara una tendencia importante, al servicio del gameplay, que es la tendencia hacia juegos más abiertos. La atención dedicada a la física y a la inteligencia artificial de los enemigos u oponentes está justificada porque favorece un juego más impredecible y retador. En mi opinión el encanto de los simuladores de conducción, por ejemplo, tiene que ver, para la mayoría de sus compradores, con la apertura de las carreras (para mí al menos es infinitamente más excitante un simulador tipo Gran Turismo o Forza Motorsport que cualquier Project Gotham Racing o Need for Speed).
Ésta es sólo una primera entrada sobre el porvenir...

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